Al agua se le conoce también como el “disolvente universal” debido a la gran variedad de compuestos que se disuelven en ella. Esta importante característica permite que por un lado, el agua sea esencial para la vida y que por otro, sea problemática e incluso peligrosa en algunos casos.

La misma agua disuelve el té, el azúcar y otros alimentos beneficiosos para nuestra salud, puede también disolver compuestos que son dañinos para nuestro organismo. El agua puede también actuar como medio para la transmisión de microorganismos patógenos que pueden causar enfermedades. Por esta razón, la mayor parte de suministro de agua potable contiene cloro con el fin de reducir el riesgo de contaminación por microorganismos. Por desgracia, estas sustancias químicas permanecen en el agua que bebemos.La identificación de los contaminantes presentes en el agua tampoco es una tarea fácil. La lista es larga y varían de un lugar a otro y las concentraciones pueden ser muy bajas, pero no por ello son menos dañinas.Tratamiento del agua no es un tema sencillo. Es, más bien, un delicado acto de equilibrio.

 

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